Una de las preguntas que suelen hacerse las personas que participan en nuestros programas enfocados es, precisamente, esa: ¿ikigai y kodawari no son lo mismo?
Muchas veces confundimos, también en el día a día, el significado de estos dos conceptos, así que vamos a procurar explicar ambos de manera que nos resulte sencillo diferenciarlos.
Probemos con este ejemplo: la expresión «kodawari no ippin» es muy utilizada en los pequeños restaurantes japoneses familiares. Podría traducirse como «el plato especial de la casa» y representa la fidelidad y el compromiso de los dueños del local con una receta muy especial para ellos.
Lo importante no es que el plato en cuestión sea sofisticado, o sorprenda por su presentación artificiosa (de hecho, podría tratarse de un «sencillo» cuenco de ramen); lo importante es que cuando un cliente lo pida pueda estar seguro de que representa la más alta expresión de calidad de su creador.
Ese plato con el que se siente tan identificado y comprometido como para seguir perfeccionándolo cada día, con renovada ilusión, dedicándole todo su empeño. Siguiendo y perfeccionando de manera meticulosa cada vez que lo vuelve a preparar, cada uno de los pasos del proceso. Y sin aburrirse, ni desilusionarse por ello. Intentando aprender algo nuevo que, por insignificante que parezca, mejore el proceso y, por tanto, el resultado final de su especialidad.
Hay una película sensible y evocadora que no puedo evitar recordar ahora: «Recuerdos, Amores y Fideos. Ramen Shop« (de Eric Khoo). Es la historia de un joven chef dolido por la falta de recuerdos familiares en busca de una identidad que encontrará a través del amor y la comida.
Así, kodawari sería la máxima expresión de la calidad en el trabajo de una persona, fruto de su talento de su meticulosidad en la preparación y de su persistencia.
Algo que alguien hace como mejor sabe, y que se esfuerza en mejorar cada día, para compartirlo con los demás por el simple placer de hacerlo así.
Ikigai, también tiene mucho que ver con la atención a las cosas pequeñas, con dar importancia a los detalles, ser consciente del momento presente, comenzar con humildad…
Ikigai tiene un sentido más amplio, un alcance mayor. Podemos decir que se expresa en todos los ámbitos de la vida de una persona. No es un talento concreto o una cualidad que nos caracteriza; es de lo que estamos hechos, no para lo que estamos hechos. Nuestro ikigai nos revela quienes somos. Es cierto que lo que somos influye en lo que hacemos, pero sobretodo, tiene que ver con la forma en que lo hacemos.
Por eso ikigai tiene relación con nuestra forma de entender la vida, con nuestra actitud. No se trata tanto de obsesionarnos con lograr nuestro sueño, sino de seguir soñando. No es un hito, es un camino; pero sobretodo, la manera de recorrerlo: aceptando nuestra existencia con alegría para vivir en plenitud cada nuevo día.
Nuestro ikigai es personal, íntimo; es como esa sonrisa que esbozamos cuando estamos solos, sin que nadie nos mire. Aunque no podamos verla, tiene un efecto beneficioso en nosotros mismos, unas veces nos reconforta, otras nos consuela o revela algo de nosotros mismos en lo que no habíamos reparado. Nos aporta serenidad. Pero es cuando se esboza ante otra persona cuando adquiere ese sentimiento de complicidad, esa dimensión social, comunitaria que nos hace sentir en armonía con nuestro entorno.
¿Similitudes o diferencias? Algunas ideas que te pueden hacer pensar sobre ikigai y kodawari:
| IKIGAI | KODAWARI |
| Proyecto de vida | Hito personal al que se es fiel |
| Talante | Talento |
| Pasión en todo | Pasión por algo |
| Autorrealización | Realización |
| Ensueño | Empeño |
| Actitud ante la vida | Rectitud en la vida |
| Sentimiento de plenitud | Sentimiento de orgullo |
| Atención a los detalles | Atención al más mínimo detalle |
| Íntimo | Personal |
| Para mí | Para los demás |
| Por los demás | Por mí |
| De dentro afuera | De afuera adentro |
| Calidez | Calidad |
| Intangible | Tangible |
A veces buscas tu ikigai y encuentras tu kodawari. Y en ocasiones identificando tus talentos acabas descubriendo tu ikigai. ¿Eso supondría una decepción? ¡En absoluto! Cada vez más cerca…
Podríamos concluir diciendo que nuestro kodawari es la forma en que podemos hacer explícito nuestro ikigai, una manera de expresar ante los demás nuestro ikigai más íntimo.
Kodawari sería así, la manifestación pública, física y más tangible de nuestro propósito en la vida.
Escríbeme un email: guillermodevicente@ikigaicoach.es sin compromiso. Conocer eso en qué eres bueno puede ayudar a revelarte de qué estás hecho. Si llega a ser así, sonríe, pronto descubrirás para qué estás aquí.
Puedes solicitar información sobre el programa enfocado ikigaicoach.es diseñado para ayudarte en la búsqueda de tu ikigai.