Los japoneses piensan que todas las personas tienen su ikigai, entendiendo como tal «una razón para levantarse cada mañana».
Los occidentales pensamos que los hábitos se consolidan con paciencia, esfuerzo y perseverancia, «entrenando todos los días».
Descubrir tu ikigai forma parte de un proceso de autoconocimiento que te ayudará a «reconocerte», comprenderte, aceptarte y superarte.
En ese proceso de introspección profundizarás en ti, pero también en tu entorno, aprenderás a conocer las causas y las consecuencias de tus actos y de tus decisiones; pero también a encontrar el placer en esos pequeños detalles que son los que hacen que nuestras vidas resulten más felices y dependamos menos del hecho de sentirnos ganadores o perdedores.
Aprenderás que una vida balanceada, es decir, equilibrada en todas sus facetas es la mejor manera de sentirte bien contigo y con tu entorno.
Para descubrir la razón de tu existencia tendrás que hacerte preguntas aparentemente tan difíciles de responder como éstas: ¿por qué soy así?, ¿para qué estoy en este mundo?, ¿cuáles son mis valores y mis prioridades?, ¿creo en mí?, ¿conozco mi potencial?
Por eso es tan importante recuperar el equilibrio antes de cuestionarte nada. Te dejo algunas ideas que te ayudarán a revisar el estado en que te encuentras antes de acometer el proceso de búsqueda de tu ikigai:
- El establecimiento de hábitos saludables,
- Aprender a reconocer y gestionar tus emociones,
- Experimentar la compasión y la solidaridad,
- Disponer de tiempo para estar contigo,
- Buscar la armonía en tus relaciones con los demás,
- Encontrar y compartir momentos especiales y de diversión,
- Enfocarte solo en lo que estas haciendo en cada momento,…
Solo desde la serenidad que proporcionan la estabilidad, el equilibrio, la comprensión, el conocimiento y la aceptación estarás en condiciones de encontrar las respuestas a todas tus preguntas.
A lo largo del proceso habrá momentos en los que te sentirás que la energía y la vitalidad fluyen dentro de tí: te propondrás objetivos, asumirás retos, te enfocarás al éxito. El camino resultará motivante.
Otras veces, quizá al despertarte, surjan algunas dudas, las emociones se disparen sin saber cómo ni por qué, tu estado de ánimo ya no sea el mismo y sientas que el camino se hace muy cuesta arriba.
Medir, contrastar y enfocar bien nuestros retos es tan importante como sentir el aliento, el estímulo y la comprensión cuando perdemos el interés, nos falta motivación o sentimos que no vamos a conseguir lo que nos habíamos propuesto.
Descubrir tu ikigai es, como dijimos, parte de un proceso que pondrá a prueba tu paciencia, perseverancia y la capacidad para encajar sensaciones negativas y positivas con la misma naturalidad.
En ese camino, sentirse acompañado por alguien que te estimule y te comprenda; alguien que te escuche, que te muestre respeto y confíe en ti; sin juzgarte, puede resultar de gran utilidad.
Si sientes que debes cambiar pero aún no sabes cómo, si tienes dudas sobre cualquier aspecto del proceso, o simplemente deseas compartir tus pensamientos, escríbeme un email: guillermodevicente@ikigaicoach.es sin compromiso. Te ayudaré a descubrir eso por lo que te merecerá la pena levantarte temprano y ponerte en marcha todos los días.
Gracias!